Mantener la cisterna del WC en buenas condiciones es fundamental para el correcto funcionamiento del baño y para evitar problemas que, aunque parezcan pequeños, pueden generar un gran desperdicio de agua y gastos innecesarios. La válvula de llenado del WC es una de las piezas clave del sistema: se encarga de controlar la entrada de agua tras cada descarga. Si esta válvula presenta fallos o desgaste, puede provocar una fuga de agua en el inodoro, muchas veces imperceptible, que se traduce en un consumo elevado y en un aumento de la factura.
En los modelos modernos, como el WC con cisterna empotrada, es aún más importante realizar un mantenimiento adecuado, ya que el acceso a sus componentes requiere cierta experiencia. Contar con un mecanismo de cisterna universal permite sustituir piezas con facilidad y asegurar un funcionamiento eficiente sin necesidad de reemplazar todo el sistema.
Por otro lado, los inodoros de cisterna alta o las cisternas de baño tradicionales también necesitan revisiones periódicas para garantizar que todos los elementos —flotador, válvulas y juntas— trabajen correctamente. Mantener la cisterna en buen estado no solo evita averías, sino que también contribuye al ahorro de agua, promoviendo un uso más responsable y sostenible de este recurso tan valioso